El mundo del streaming ha pasado de ser una competencia por la captura de suscriptores a una lucha por la rentabilidad. Según un reciente informe de Bain & Company, los líderes en la industria del streaming que desarrollen su capacidad de rentabilidad no solo obtendrán mejores resultados financieros, sino que también podrán crear contenidos diferenciados y asumir más riesgos en la pantalla, consolidando su liderazgo en un mercado cada vez más competitivo, avivando que las empresas de streaming impulsen la batalla entre compañías.
Un nuevo desafío: La rentabilidad del Streaming y la batalla de las compañías
Los días de gasto desmedido para ganar terreno en el streaming están desapareciendo. Hoy en día, los gigantes del sector enfrentan una nueva guerra que va más allá de la atracción y fidelización de suscriptores: la batalla por la rentabilidad y el gasto eficiente en sus operaciones. Tras años de crecimiento exponencial, el mercado se está desacelerando, la competencia se intensifica y las presiones inflacionarias afectan los presupuestos de consumidores y anunciantes, obligando a las empresas de streaming a reajustar sus estrategias para sobrevivir y prosperar.
Reajuste estratégico en el mercado
El informe «Financiar la transición al streaming: cómo las empresas de medios están reduciendo costos» de Bain & Company señala que la intensidad competitiva en la industria no muestra signos de enfriarse. La batalla por la rentabilidad será crucial para la supervivencia de las empresas de streaming, que necesitan ganar y mantener a los clientes con contenido nuevo cada mes, mientras soportan un escrutinio creciente por parte de los inversores sobre sus perspectivas de crecimiento y ganancias.
Francisco Jiménez, socio de Bain & Company en México y experto en Transformación Digital y Tecnología, destaca: «Las empresas del sector deben desarrollar un músculo de rentabilidad, pero esto no es una misión fácil: la eficiencia de costos no es un tema popular en ninguna industria, especialmente en la del entretenimiento, donde las compañías tienen experiencia en ajustes de gasto a corto plazo, pero rara vez enfrentan crisis de varios años como la de ahora».
Estrategias para la rentabilidad
La investigación de Bain & Company identifica varias capacidades que las empresas deben desarrollar para generar retornos más rápidos y sentar las bases para un valor a largo plazo. Estas incluyen:
- Productividad continua: Perseguir ganancias continuas de productividad y cambiar los objetivos cada año.
- Simplificación de la cartera de productos: Simplificar la cartera de productos (canales, plataformas de visualización, aplicaciones y tecnología subyacente) para ahorrar costos en toda la organización.
- Inversión en tecnología: Invertir en tecnología nueva para la producción virtual y remota, la automatización de estudios e inteligencia artificial para ayudar con la pre y postproducción.
- Recorridos de clientes digitales: Desarrollar recorridos de clientes digitales más simples y plataformas de autoservicio publicitario para reducir el costo de venta y mejorar la experiencia del cliente.
- Comunicación clara: Comunicar claramente a empleados e inversionistas que el rendimiento de los costos llegó para quedarse y es una capacidad central que ayuda a brindar mejores experiencias a los clientes.
Francisco Jiménez subraya que, en esta batalla por la rentabilidad, «no se debe pasar por alto ningún área comercial o funcional, incluida la tecnología y el contenido. Las funciones administrativas por sí solas no representan una proporción suficientemente grande de los costos totales como para proporcionar más que una burbuja de oxígeno a corto plazo. Abordar áreas relacionadas con productos no solo mejora la eficiencia, sino que también aumenta la efectividad y reduce el tiempo de comercialización de nuevos contenidos, productos y participación de los anunciantes».
Casos de éxito en la industria
El informe de Bain & Company destaca el caso de una empresa europea de televisión que desarrolló un plan combinado de corto y mediano plazo para convertirse en líder en servicios de transmisión respaldados por anunciantes y suscriptores. Sus acciones a corto plazo incluyeron restablecer valores de producción y presupuestos en todos los programas, posponer algunos contenidos encargados, ajustar los presupuestos de marketing y medir las inversiones en tecnología frente a los posibles retornos.
Las estrategias de transformación a más largo plazo incluyeron una revisión exhaustiva de la cartera de contenidos, aumentando las actividades de pre y postproducción con inteligencia artificial y simplificando la organización. En tres años, se espera que este plan reduzca los costos hasta en un 7 por ciento.
Conclusión
En un entorno donde el contenido sigue siendo el rey, los líderes de las empresas de streaming que se centren en desarrollar su capacidad de rentabilidad no solo obtendrán mejores resultados financieros, sino que también podrán financiar contenidos diferenciados y asumir más riesgos en la pantalla. Esto les permitirá destacar en la alfombra roja y mantener su ventaja competitiva en la batalla por las audiencias. La industria del streaming está en una encrucijada, y aquellos que puedan adaptarse y prosperar en este nuevo campo de batalla serán los que definirán el futuro del entretenimiento digital.