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La primera clave destaca la importancia de «escuchar desde dentro hacia afuera» para comprender y alinear los valores de la empresa con los de los colaboradores, lo que es fundamental para la construcción de una marca empleadora sólida.
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La quinta clave resalta cómo los empleados pueden convertirse en embajadores de la marca, lo que puede tener un impacto significativo tanto en la atracción de nuevos talentos como en la percepción de la empresa por parte de los clientes.
En un mundo laboral en constante evolución, las empresas se encuentran en la encrucijada de atraer y retener a los empleados más talentosos. La satisfacción y el compromiso de los colaboradores desempeñan un papel crucial en el éxito de cualquier organización. En un entorno caracterizado por el trabajo a distancia, horarios flexibles y diversas aspiraciones profesionales, es imperativo que las empresas ajusten sus estrategias para establecer conexiones más sólidas con sus empleados. Este enfoque no solo potencia el «employer branding» sino que también crea una atracción magnética para los mejores talentos en el mercado, y así fortalecer mejores vínculos con los colaboradores.
Descubre cómo mejorar tu marca empleadora y atraer el mejor talento en la era actual
Un reciente informe titulado «El Colaborador Social,» elaborado por LLYC, identifica cinco claves esenciales para que las organizaciones mejoren su marca empleadora y establezcan conexiones profundas y significativas con sus colaboradores.
1. Escuchar desde Adentro hacia Afuera:
La construcción de una marca empleadora sólida comienza por escuchar desde dentro de la organización. Si bien conocer el mercado y la competencia es importante, la información más valiosa proviene de los propios empleados. Iniciar conversaciones abiertas, realizar encuestas significativas y profundizar en las entrevistas permite comprender verdaderamente lo que motiva a la plantilla. Este enfoque no solo alinea los valores de la empresa con los de sus colaboradores, sino que también demuestra un compromiso real con la valoración de sus opiniones y la promoción de una cultura de apertura.
2. Comprender las Comunidades Internas:
Las organizaciones no son solo entidades que ofrecen productos y servicios; son comunidades en constante evolución impulsadas por su capital humano. Estas comunidades constituyen el núcleo de la cultura empresarial, y comprenderlas a fondo es esencial para crear un entorno en el que los empleados se sientan parte integral. Analizar datos internos proporciona información sobre el comportamiento del talento, el nivel de compromiso y la rotación de personal. Al conocer a fondo a los empleados, las empresas pueden diseñar iniciativas específicas que atiendan a sus necesidades y aspiraciones individuales.
3. Definir la Propuesta de Valor para el Empleado:
La marca empleadora es una promesa a los empleados: una promesa de lo que pueden esperar y obtener al unirse a la organización. Para lograrlo, es fundamental destacar de manera clara los aspectos únicos y atractivos de trabajar en la empresa. Esto incluye mostrar un compromiso con el bienestar de los empleados, el desarrollo profesional, la flexibilidad laboral y otros beneficios que hacen destacar a la organización. Una propuesta de valor irresistible no solo atrae a los mejores talentos, sino que también cultiva un sentimiento de orgullo y lealtad entre los empleados existentes.
4. Apoyarse en el Liderazgo para Conectar:
El liderazgo desempeña un papel fundamental en la configuración de la cultura organizacional y la experiencia de los empleados. Actualmente, contar con líderes capacitados que sean defensores de la organización y se comprometan directamente con sus equipos es esencial. Los líderes que escuchan activamente, muestran empatía y priorizan el bienestar de los empleados se convierten en motores de una plantilla motivada y comprometida. Una sólida presencia de liderazgo fomenta una cultura de confianza y colaboración.
5. Aprovechar el Poder de los Colaboradores como Embajadores:
Los empleados no son solo fuerza laboral; son los embajadores más valiosos de la marca. Permitirles compartir sus experiencias y relatos positivos sobre su trabajo en la organización es fundamental. Implementar programas de formación y embajadores puede ayudar a los empleados a convertirse en defensores influyentes tanto en línea como fuera de ella. Cuando los empleados hablan con pasión sobre su trabajo y la empresa, se crea un efecto dominó que resuena tanto en posibles candidatos como en clientes.
En el contexto empresarial actual, establecer conexiones sólidas con los colaboradores no es una opción, es una necesidad para el éxito. Al potenciar a los empleados como embajadores, una empresa puede convertir a su plantilla en una fuerza unida que atrae y retiene a los mejores talentos. En última instancia, una marca empleadora sólida es más que una estrategia de contratación; es el latido del corazón de una organización.