El Chile en Nogada no es solo un platillo: es una pieza viva de la memoria mexicana, un relato que combina historia, cultura, tradición y territorio. Su temporalidad entre julio y septiembre lo convierte en un tesoro estacional que cada año despierta pasiones, no solo en Puebla, sino en todo México. Ingredientes como el chile poblano, la pera de leche, la manzana panochera, el durazno criollo y la nogada elaborada con nuez de castilla, rematada con la brillante granada, dan vida a una receta que no solo conquista al paladar, sino que simboliza los colores de la bandera nacional.
Este 2025, la tradición se celebró en grande con el Festival Chile en Nogada: Joya de Puebla, realizado en Glashaus de la Ciudad de México. El evento sirvió como antesala del Congreso y Festival Latino Gastronomic, que se llevará a cabo del 4 al 7 de septiembre en Puebla, consolidando a la capital poblana como epicentro de la gastronomía iberoamericana.
Un encuentro entre tradición y creatividad
El festival reunió a cuatro de los restaurantes poblanos más emblemáticos: Valiente, Mural de los Poblanos, Moyuelo y Augurio. Cada uno presentó una versión única del Chile en Nogada, manteniendo el respeto por la receta original, pero con interpretaciones que demuestran cómo la tradición puede dialogar con la innovación contemporánea.
Las propuestas resaltaron que este platillo no solo es patrimonio culinario, sino también un espacio abierto a la creatividad gastronómica. Como afirmó Sandra Hernández, directora de Latino Gastronomic: “Hoy celebramos no solo a este platillo emblemático, sino también el talento de nuestra cocina y la riqueza cultural de Puebla”.

Más allá del sabor: Gastronomía como estrategia cultural
El Chile en Nogada es mucho más que un platillo estacional. Representa un símbolo de identidad nacional, capaz de proyectar a México al mundo a través de su gastronomía. Para Puebla, este tipo de iniciativas se traducen en un doble valor: por un lado, preservan el patrimonio cultural; por otro, fortalecen el turismo y consolidan su posición como capital gastronómica de Iberoamérica.
En este sentido, festivales como el Latino Gastronomic hacen lo que pocas industrias culturales logran: convertir la mesa en un espacio de memoria histórica, innovación y proyección internacional.
Comparativa: Latino Gastronomic frente a otros festivales culinarios
La propuesta de Latino Gastronomic no puede entenderse sin compararla con otros encuentros gastronómicos.
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Morelia en Boca, por ejemplo, se ha consolidado como un referente en el ámbito nacional al promover la cocina contemporánea mexicana y el vino, con una fuerte apertura a propuestas internacionales de autor. Su apuesta está en la innovación y la alta cocina como carta de presentación.
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Latino Gastronomic, en cambio, centra su narrativa en la tradición reinterpretada. El Chile en Nogada no es un simple platillo, sino el emblema que articula un relato cultural, histórico y territorial que trasciende generaciones.
La diferencia es clara: mientras Morelia apuesta por un diálogo cosmopolita, Puebla reafirma su identidad desde el corazón de la tradición, con un enfoque que conecta a México con América Latina desde la raíz cultural.

Un platillo, una identidad, una celebración
El Festival Chile en Nogada en Glashaus fue mucho más que una degustación culinaria. Fue una declaración de principios: la tradición mexicana puede convivir con la innovación sin perder autenticidad. Puebla se posiciona no solo como cuna del Chile en Nogada, sino como referente gastronómico latinoamericano, capaz de contar su historia a través de un bocado.
En un escenario donde los festivales gastronómicos proliferan, el Latino Gastronomic destaca por transformar un platillo en un símbolo cultural, proyectando orgullo nacional y diversidad latinoamericana en cada propuesta.
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